Desde hace varios meses Jean O'Donoghue lucha por recuperar su casa en Arcos de la Frontera después de que un okupa haya entrado en la propiedad.

Tras la muerte de su pareja, esta mujer irlandesa viajó desde España a su país para tener el apoyo de los suyos. "Después del fallecimiento, no me encontraba bien y fui allí para tener compañía", relata.

Al fallecimiento se sumó otra tragedia. "Estando allí recibí una llamada diciéndome que alguien había entrado en mi casa", relata Jean. Denuncia que el hijo de su vecina le ha okupado la casa durante su viaje. Le había cambiado la cerradura y la alarma.

Gracias a Inma, otra de sus vecinas, sus pertenencias están a salvo porque el okupa arrojó todo a la basura y ella las recogió. "Libros, fotografías, recuerdos...", cuenta ella rota de dolor.

Para salir de la casa, el okupa le pide que realice un pago de 5.000 euros. "Él quiere sacar dinero, ya está", explica otra vecina ante las cámaras.

Mientras trata de poner fin a este calvario, Jean se está gastando todos sus ahorros ahora en un hotel.

"El plan de tramitación por un delito de allanamiento de morada es muy variable, en función del juzgado del que se tramite puede suponer tres meses, seis... o incluso no recuperar la posesión a pesar de haber renunciado", detalla Alberto García Cebrián, abogado.

Ahora, a Jean solo le queda la esperanza de poder recuperar cuanto antes su casa.