Con el comienzo del verano, tendrán más papeletas de ser cazados los que hacen dos cosas a la vez al volante, no guardan ninguna clase de distancia de seguridad o se lanzan a los giros más temerosos. La razón: se aumenta la vigilancia desde el aire. "Trasladar todos nuestros helicópteros, equipados con el radar de velocidad, a vigilancia de vías de alta capacidad", explica María Seguí, directora general de la DGT.

Cuidado también si ven una señal nueva que advierte de la proximidad de radares fijos. Habrá 300 en los puntos más peligrosos de España, debajo de las típicas señales de límite de velocidad. El objetivo: cero muertes en carretera.

Junto a ellos, 200 cámaras más de vigilancia que ya multan y nuevos cinemómetros ligeros estarán presentes en carretera. Servirán para que los agentes controlen la velocidad y otras infracciones a la vez. "Vamos a equipar a los agentes de Tráfico de la Guardia Civil con 60 nuevos radares ligeros", ha informado Seguí.

A golpe de aplicación los conductores podrán detectar ciclistas y peatones cerca. Con 'Comobity' la DGT pretende reducir atropellos. Proliferarán, además, los controles de alcohol y drogas.

Y todo, con el inicio de la primera operación especial de tráfico de las vacaciones. Hay ganas, porque se prevén un aumento de desplazamientos del 3,5% respecto al año pasado.