El nuevo incendio declarado en la madrugada del jueves al viernes en la Comunidad Valenciana, y que ha puesto en peligro al Parque Natural de la Sierra Calderona, ha logrado ser estabilizado.

El fuego se ha originado a causa de un rayo cerca del municipio de Olocau y confirman las autoridades que no está relacionado con el de Bejís, también próximo a la zona. Y es precisamente este, el de Bejís, el fuego que sigue amenazando a Sierra Calderona.

A primera hora de este viernes se confirmaba que el avance de las llamas en Olocau era lento y la rápida acción de los efectivos ha conseguido que lograse ser perimetrado y estabilizado en cuestión de horas, pese a ser una zona de difícil acceso.

Además, la Guardia Civil y los agentes medioambientales del gobierno valenciano habían avisado a los habitantes de Olocau para que se mantuviesen alerta ante esta situación por si hiciese falta proceder a la evacuación. Se ha establecido la Situación 1 del Plan Especial y, a petición del alcalde de la localidad, se ha instruido el confinamiento preventivo de la población.

XimoPuig

"Lo fundamental es acabar con el incendio que se ha llevado 20.000 hectáreas y que ha generado un enorme trabajo. Aunque estamos un poco mejor que hace unas horas, estamos lejos de la estabilización del incendio", ha explicado el president de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, que celebra que este viernes el viento haya respondido "con cierta coherencia", lo que ha permitido avanzar en la lucha contra las llamas.

Muy cerca del incendio de Bejís

Lo cierto es que este fuego se ha declarado muy cerca del que lleva ya casi 19.000 hectáreas arrasadas en Bejís. En la noche de este jueves las llamas han tenido allí una evolución lenta, pero en la zona de la Cueva Santa de Altura y en la parte sureste el fuego ha sido más virulento y ya se expande en todos los sectores del perímetro.

Las fuertes rachas de viento de este jueves, de hasta 50 kilómetros por hora, han reavivado algunos puntos calientes. El flanco sur está muy próximo al Paraje Natural de la Cueva Santa, a las puertas del Parque Natural de la Sierra Calderona, un espacio de gran valor ecológico donde las llamas avanzan con virulencia.

El principal problema para que las labores de extinción surtan efecto es el cambio en la dirección del viento.