Menos exámenes y con unas pruebas más analíticas que el Ministerio de Educación ha denominado "de madurez". Así será la futura Selectividad, ahora llamada EVAU o EBAU (dependiendo de la comunidad autónoma), según la propuesta que Educación ha trasladado a los consejeros autonómicos y a los rectores, y que comprenden importantes cambios con respecto a las actuales pruebas de acceso a la universidad.
La intención es ir hacia un modelo de EBAU (siglas de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad) que valore más las competencias analíticas y menos exámenes de contenido por materias, como ha sido hasta ahora.
Cambios que se implantarán de forma gradual en dos fases, una transitoria y otra definitiva, que detallamos a continuación.
Fase transitoria
Esta fase se divide a sus vez en fase de acceso y fase de admisión (opcional). En la fase de acceso, la obligatoria, el Ministerio plantea un total de cuatro ejercicios, que valdrán cada uno un 25%.
Tres de ellos serán sobre materias, uno específico obligatorio en función de la materia elegida por el alumno y otros dos de las materias comunes, Historia de la Filosofía e Historia de España.
El cuarto ejercicio, de carácter general, es el que han llamado "de madurez", según indica el borrador. En el ejercicio de madurez, que podrá ser de actualidad, científico o humanístico, por ejemplo, se pedirá al alumnado "que realice un análisis desde diferentes aspectos y perspectivas, respondiendo a diversos tipos de preguntas".
Se pretende valorar así la capacidad del alumnado para analizar, valorar, extraer información o interrelacionar toda esa documentación. Para ello, se les facilitará un dossier con documentos, que podrán ser textos, imágenes, infografías, etc.
Además, y tal y como se lleva a cabo en la actualidad, esta fase de acceso se complementará con una fase específica de admisión en la que el alumnado realizará dos ejercicios. Tendrá que elegir de entre las materias ofertadas de 2º de Bachillerato, ejercicios que tendrán también un carácter competencial. Al resultado de estas dos pruebas se aplicará ¡n los coeficientes de ponderación determinados por las universidades para cada grado. La nota final será la suma de la nota final de acceso y nota de la fase de admisión.
Esta estructura se aplicaría en los cursos 2023-2024, 2024-2025 y 2025-2026.
Fase definitiva
A partir de 2026-2027 el ejercicio de madurez cobra más peso y valdrá un 75%. Se mantendrá únicamente un ejercicio específico de materia, que valdrá el 25% restante.
Esta es la propuesta que ha trasladado el Ministerio de Educación a las comunidades autónomas y a los rectores, con los que pretende, según especifica, alcanzar el objetivo de la ley educativa aprobada por el Gobierno de coalición, la LOMLOE, de implantar un aprendizaje competencial y movilizar "los conocimientos para resolver una necesidad".
Además, y con el fin de solucionar las desigualdades entre comunidades, la prueba se enfocará a medir lo mismo, tanto en su diseño como en su evaluación, con la finalidad de que sea "equiparable en cualquier territorio del Estado". Eso sí, el Ministerio se salvaguarda de posibles quejas por intromisión en las competencias autonómicas y asegura que "en ningún caso se plantea desarrollar una prueba unificada".