Averiguar la identidad de presuntos filtradores de información. Ese es el objetivo del magistrado Miquel Florit. Dentro de la instrucción del caso Cursach, Florit pide a las compañías telefónicas el registro de las llamadas realizadas desde la sede de EFE en Baleares y las comunicaciones de una redactora en concreto durante todo un año.

"Nos parece claramente desproporcionada y que atenta a derechos fundamentales de personas están personadas en el sumario y que por tanto no podemos recurrir esa decisión", explica Fernando Garea, presidente de la Agencia Efe.

El juez argumenta diciendo que "todavía no está identificado el autor o autores de la filtración". Desde EFE estudiando tomar medidas contra el juez. "Es muy probable que actuemos contra esta decisión", ha afirmado Garea.

Los profesionales de la justicia critican la decisión. "Se estarían quizás invadiendo garantías y la medida podría ser desproporcionada", ha admitido Joaquim Bosch.

El pasado mes de diciembre este juez balear ya mandó requisar los teléfonos de dos periodistas del Diario de Mallorca y de Europa Press. Hubo muchas protestas por parte de compañeros periodistas, para ellos ese movimiento fue un ataque a la democracia. El Tribunal Superior de Justicia de Baleares investiga al juez Florit por un posible delito de prevaricación.