El Obispado de Temuco, en el sur de Chile, informó de que ha suspendido al sacerdote Jaime Valenzuela Pozo, vicario de la Parroquia de Perquenco tras recibir una denuncia por un caso de abuso sexual de menores ocurrido hace 17 años.

Según un comunicado de esa archidiócesis, el religioso ha recibido medidas cautelares, se le ha retirado de toda función eclesiástica, se le fijó una residencia y se le ha suspendido temporalmente del ejercicio público del ministerio sacerdotal.

"Conforme a lo establecido en los actuales protocolos de la Iglesia, se dio inicio a una investigación previa que acaba de finalizar. El resultado de esta investigación fue remitido a la Congregación para la Doctrina de la Fe", precisó el texto proporcionado por esa diócesis, situada a 673 kilómetros al sur de Santiago de Chile.

Precisó que en todo momento se ha mantenido el diálogo con la persona denunciante, a quien se le ha acompañado en lo que ha requerido, de acuerdo con este tipo de situaciones. La acusación contra Jaime Valenzuela se suma a la imputación del arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, a las investigaciones periodísticas sobre abuso de monjas en un convento y a los datos de la Fiscalía sobre 158 personas relacionadas con el clero indagadas por abusos sexuales que dejan a la Iglesia católica en una de sus situaciones más delicadas de los últimos años.

De los investigados, la gran mayoría son "obispos, curas o diáconos", bien sean participantes o no de congregaciones, todos enmarcados en un total de 144 investigaciones distintas sobre casos indagados desde el año 2000, aunque hay hechos reportados desde 1960.

Más repercusión que las decenas de investigados tuvieron las 266 víctimas contabilizadas en esas investigaciones, sobre todo teniendo en cuenta que 178 de ellas eran menores en el momento en que se cometió la agresión. La gran mayoría de las investigaciones fueron ya cerradas con sentencias, absoluciones o archivadas, pero todavía se mantienen abiertos 36 casos que están siendo investigados.