El carbón no pierde fuelle en España. Las centrales térmicas que usan este combustible fósil para generar electricidad suponen la segunda fuente de energía no renovable y un foco de emisiones contaminantes. "Debido a estas emisiones durante 2014 se produjeron más de 700 muertes", alerta Ana Barreira, directora del Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente.

Además, las partículas resultantes de la combustión están detrás de nuevos casos de asma en España. "Más de 1.500 en niños asmáticos, alrededor de 1.200 episodios de bronquitis en la población infantil...", destaca Barreira. Estas partículas acosan a nuestra salud por todas partes. Pueden provocar también cáncer de pulmón, angina de pecho o infarto de miocardio, entre otros.

"Puede ser causa de enfermedades cerebrovasculares, lo que la gente conoce comúnmente como trombosis cerebrales, o ictus", explica Carmen Diego, neumóloga coordinadora de Medio Ambiente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica. En España hay todavía 15 centrales térmicas activas.

La zona noroeste, con Galicia, Asturias y León, es la más afectada por la concentración de esta industria: la central de As Pontes, en A Coruña, es la más activa del país. En 2015 emitió 7,5 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera. Desde el Ayuntamiento defienden la presencia de la industria porque, dicen, es el principal motor económico de la comarca.

La solución a esta contaminación es avanzar a un modelo energético que apueste por las energías limpias. "Desde luego, es mejor para la salud de las personas", afirma Diego. Y también, claro para la conservación correcta del medio ambiente.