Noelia de Mingo, la doctora que mató a tres personas en la Fundación Jiménez Díaz en 2003 y que en 2021 atacó a dos empleadas de un supermercado en El Molar (Madrid) estará interna en un centro psiquiátrico penitenciario hasta el 23 de marzo de 2061, según el cálculo oficial de la Audiencia Provincial.
Según ha precisado a EFE el letrado Carlos Sardinero, que ha ejercido la acusación particular en ambos procesos, la denominada liquidación de tiempos efectuada por el órgano judicial determina que Noelia de Mingo esté interna hasta el 30 de marzo de 2028 por la primera causa, y que continúe 33 años más (12.046 días) por la segunda, cuya sentencia se conoció recientemente.
Así se concluye que estará en un centro psiquiátrico penitenciario hasta el 23 de marzo de 2061, cuando tendrá 81 años. La Audiencia Provincial de Madrid ordenó en 2006 que Noelia de Mingo cumpliera 25 años de reclusión (hasta 2028) en centro psiquiátrico por el asesinato en 2003 de tres personas en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, donde era doctora.
Fue considerada autora de los hechos pero absuelta penalmente por una eximente completa de enajenación mental, de modo que se dictó medida de internamiento psiquiátrico. Sin embargo, finalmente quedó en libertad en octubre de 2017 por decisión de la Audiencia Provincial de Madrid, que, de acuerdo con el juez de Vigilancia Penitenciaria y los informes médicos y forenses, sustituyó el internamiento por el tratamiento ambulatorio y la custodia familiar.
Cuando llevaba cuatro años libre, el 20 de septiembre de 2021, trató de matar a dos empleadas de un supermercado en El Molar, apuñalándolas, lo que motivó que ingresara de nuevo en el centro psiquiátrico.
El pasado mes de noviembre fue juzgada por estos hechos y llegó a un acuerdo con la Fiscalía por el que, como ocurrió en 2006, fue absuelta de dos delitos de asesinato en grado de tentativa y uno de atentado a agente de la autoridad debido a una eximente completa de anomalía psíquica, y se ordenó su ingreso en un centro psiquiátrico penitenciario por 33 años.
La sentencia, dada a conocer "in vocce" en Sala y ahora redactada por la Sección Sexta de la audiencia madrileña, también prevé una medida de liberad vigilada consistente en no acercarse a las víctimas ni comunicarse con ellas durante cinco años ni entrar en El Molar durante ese tiempo.
Ordena asimismo que indemnice a una de las víctimas con 110.000 euros y a la otra con 50.000. Se trata de una sentencia firme contra la que no cabe recurso, ya que así se comprometieron las partes en el juicio.