En Madrid, Barcelona, Valencia y Logroño se vivió una noche de grandes aglomeraciones de personas en botellones. El más multitudinario fue el madrileño, con más de 25.000 personas congregadas, vía WhatsApp, para dar la bienvenida al nuevo año universitario.

La imagen impresionó hasta a la Policía Municipal, que no tenía un operativo preparado, lo que le hizo imposible disolver tal macrobotellón. Es por eso que se centraron en labores de vigilancia para evitar incidentes graves.

También en el campus universitario de Barcelona se pudieron ver imágenes propias de una macrodiscoteca, como puede apreciarse en el vídeo que acompaña a estas líneas. La fiesta reunió a más de 8.000 personas que bailaron, sin mascarilla ni distancia, durante toda la noche.

Es la estela de una noche de fiesta cuyas consecuencias asumen los servicios de limpieza. Y es que las imágenes de desperdicios son desalentadoras y cansan a los vecinos, cansados de que, noche tras noche, el ruido no les deje dormir.

Son testigos desde sus ventanas no solo de las reuniones de jóvenes para beber, sino también de incidentes e incluso peleas. En Logroño, son los propios jóvenes los que se quejan de no poder socializar. Reuniones que se dan la madrugada del día grande de las Fiestas de San Mateo.