El premio Nobel de Medicina y Fisiología de 1991, el alemán Erwin Neher, opina que es necesario mejorar el porcentaje de mujeres en la ciencia y ha criticado que actualmente hay una cohorte de hombres jóvenes líderes de instituciones que "taponan" sin querer una mayor presencia femenina. Erwin Neher ha explicado que un director científico de una institución puede llegar a este cargo a los 40 o 45 años, con lo que le quedan unos treinta de profesión hasta jubilarse.

Durante este largo periodo de tiempo, será prácticamente imposible para una mujer científica acceder a ese cargo, una situación que se vive en toda Europa y que "no cambiará de un día para otro", augura. El científico habla por propia experiencia porque su esposa, científica como él, se vio en la decisión de dejar su profesión tras nacer su tercer hijo (tienen cinco), aunque volvió años después, pero no a investigar, sino a un trabajo relacionado con la ciencia.

"Debería haber más flexibilidad laboral, más ayudas, como la disponibilidad de jardines de infancia", reivindica Neher, para fomentar que las mujeres puedan seguir investigando cuando deciden ser madres. En el Instituto Max Planck de Alemania en el que Neher desarrolla actualmente sus investigaciones como científico emérito han tomado "pequeñas medidas" en los últimos años para mejorar la conciliación laboral y personal de las científicas, con reuniones en horarios tempranos, por ejemplo, pero el científico admite que "queda mucho por hacer".

Erwin Neher (Landsberg am Lech, Alemania, 1944) ha visitado Barcelona para pronunciar una conferencia en CosmoCaixa sobre los canales iónicos, su descubrimiento, funciones y su papel en la Medicina y Farmacología.

Su conferencia 'La ciencia vista a través de los ojos de los premios Nobel' es una iniciativa de la Fundación "la Caixa" y la Real Academia Europea de Doctores (RAED), en un ciclo en el que se busca acercar al gran público a los últimos descubrimientos científicos a través de la mirada de los premios Nobel de Medicina, Química y Física. Neher, junto con su colega Bert Sakmann, evidenciaron en 1976 que los llamados canales iónicos -proteínas que dirigen los flujos de iones a través de las membranas- medían estas respuestas.

La investigación en los últimos 40 años ha demostrado que los canales iónicos no sólo están presentes en las células excitables eléctricamente, como los nervios y los músculos, sino también en prácticamente todos los tipos de células de nuestro cuerpo, que intervienen en una variedad de funciones fisiológicas. A lo largo de los años se ha visto que son objetivos principales de medicamentos y que la disfunción de los canales de iones subyace en una variedad cada vez más amplia de enfermedades.

Neher y Sakmann crearon la técnica denominada 'patch clamp', que ha revolucionado los estudios de los canales de calcio en las células y ha permitido grandes avances en farmacología y medicina. Ahora, el premio Nobel de Medicina y Fisiología de 1991 ha apostado por centrar su investigación en lo que sucede antes de la exocitosis, que es la liberación de los neurotransmisores, sustancias químicas que se utilizan para la comunicación neuronal.