Austria deniega el asilo a uno de los miles de migrantes que han llegado a Europa desde Oriente Medio, siendo todavía un chaval, que teme por su vida al ser homosexual.

Lo que más llama la atención es la serie de topicazos que un funcionario austriaco le ha aplicado al cumplir la mayoría de edad para denegarle el asilo. Algunos de ellos son que "no se rodea de gays", "ni sus andares ni sus ademanes son amanerados", "no viste bien ni de forma llamativa", "ni es suficientemente sociable".

Pero el informe no acaba ahí, y es que también esgrime que "hasta alguna vez se ha metido en peleas". El empleado llegó a decirle que se hubiera ganado una buena paliza de haber besado a chicos hetero como el joven asegura haber hecho.

Una retahíla de ridiculeces risible si no fuera porque en Afganistán, país al que podría ser repatriado, podría enfrentarse hasta a la pena de muerte. Paloma Favieres, del Comité Español de Ayuda a Refugiados, dice que "estos test son absolutamente rechazables, las directivas comunitarias en materia de legislación rechazan este tipo de test".

De momento, este joven afgano ha podido apelar.