Como todos los días, cuando las clases terminaron, un menor salió del colegio en Zárate, Argentina, y se fue con su madre a casa. Una vez allí, el niño le dijo que se encontraba mareado, que le dolía el pecho y que había sangrado por la nariz, sin embargo poco después mejoró y se marchó con una amiga a jugar.

Tras varias horas, el estado del menor, de 11 años, empeoró y fue trasladado de urgencia al hospital con una fuerte hemorragia en la nariz y la boca. A pesar de que los médicos hicieron todo lo posible por salvar su vida, finalmente en niño acabó muriendo de un infarto al poco de ser ingresado.

Tras la trágica muerte, la madre del niño se enteró de que su hijo fue agredido en clase y que un golpe le hizo sangrar por la nariz.

La mujer, que denuncia negligencias, ha criticado duramente al centro por no informarle de lo ocurrido. "Si yo hubiese sabido que mi hijo fue golpeado, todo habría sido distinto. Ni siquiera se lo pude decir al médico", asegura en declaraciones recogidas por el medio Infobae.

La profesora del niño ha sido apartada de su puesto de trabajo y desde el centro sostienen que desconocían lo ocurrido y que el deber de la docente era dar la voz de alarma.

A la espera de que se conozcan los resultados definitivos de la autopsia, las autoridades han abierto una investigación que arroje luz sobre el caso y ayude a aclarar los hechos.