Madeleine McCann desapareció cuando se encontraba en un complejo vacacional en Praia da Luz, en la región del Algarve de Portugal, en mayo de 2007. La niñera que estaba a cargo de la pequeña la noche en que desapareció ha revelado casi diez años después lo que ocurrió.

Ha afirmado que el complejo Ocean Club, en el que trabajaba, era tan inseguro que hasta sus jefes le prohibían salir sola por la noche. La niñera ha recordado la angustia de los padres de Maddie, revelando que Kate, la madre, estaba en un "estado catatónico" tras darse cuenta de que su hija había desaparecido.

La cuidadora consoló a Kate con la esperanza de que la Policía encontrase a la pequeña esa misma noche. "Creo que le dije algo así como: 'La van a encontrar, estas cosas suceden a menudo'", le dijo. "Kate no paraba de llorar y Garry estaba muy angustiado. Miraba constantemente debajo de todos los coches, es algo que nunca olvidaré", relata en una entrevista al diario Mirror.

Asegura que se dio cuenta de la gravedad de la situación cuando la Policía pidió al personal que "empezara a buscar en los contenedores por si el cuerpo estaba allí", solo horas después de que la pequeña desapareciera.

La madre culpó a la Policía portuguesa de haber llevado a cabo una investigación torpe y de permitir a todo el personal recorrer la escena del presunto crimen. La niñera reconoce que normalmente se pregunta a sí misma si pudieron ser los padres quienes hicieron todo aquello, pero insiste en que "de ninguna manera podrían haber hecho algo así" tras ver cómo se comportaban.

La cuidadora ha criticado la actitud de la Policía. Asegura que llegó 90 minutos después de ser alertada y que la gente no hacía más que entrar y salir del apartamento, destruyendo la escena. "Creo que muchas de las cosas deberían haber sucedido de otra manera. Pero desafortunadamente, los hechos fueron catastróficos", lamenta.