Una exagente de Policía de Long Beach ha reconocido ante el juez que, tras tener relaciones sexuales con su supervisor, se quedó dormida mientras su hija de tres años se estaba muriendo asfixiada dentro del coche patrulla donde la dejó.

Según publica CBS News, Cassie Barker se declaró culpable de homicidio. Su hija, Cheyenne Hyer, murió después de que la acusada la dejara durante cuatro horas en el interior del coche patrulla.

La niña estaba sentada en su sillita del coche mientras su madre mantenía relaciones sexuales con su supervisor en casa. El aire acondicionado del vehículo se quedó encendido, pero no soplaba aire frío.

Según las autoridades, la temperatura corporal de la pequeña era de 107 grados cuando llegó al hospital más cercano.

Tras la muerte de la niña, la madre también fue hospitalizada víctima de un shock tras lo ocurrido. Un examen psicológico mostró que la mujer sufría un trastorno de estrés postraumático atribuido al trauma. Sin embargo, fue encontrada competente para ser juzgada por los hechos.

Por su parte, el supervisor de la madre, Clark Ladner, aseguró que no sabía que la niña se había quedado en el interior del vehículo. En su declaración, Ladner apuntó que, tras tener relaciones sexuales, tomado una ayuda para dormir y también se había quedado dormido.