Sophie Maxwell es una niña británica de tres años que padece corazón izquierdo hipoplásico. Se trata de una enfermedad que afecta al flujo de la sangre en el corazón.

Los médicos habían sugerido a los padres poner fin al tratamiento después de que la niña contrajera también septicemia, una infección grave generalizada en el organismo.

Sin embargo, esto no era "siquiera una opción" para Kerryane, de 30 años, e Ian, de 40, los padres de la menor.

"Antes de la operación estaba azul porque su corazón no funcionaba de la manera apropiada, pero tan pronto como terminó la intervención, mostraba un sano color rosa", ha declarado la madre en una entrevista con el diario británico 'Daily Mail'. "Era todo lo que queríamos por Navidad", ha asegurado.

"Parece una niña distinta. Por fin ha encontrado el corazón que necesitaba de manera desesperada", ha añadido, antes de "agradecer" que haya aparecido un donante apropiado para que su hija "tenga la oportunidad de tener un futuro".