Lillian Waldron, de 10 años, sufre una discapacidad intelectual que hace que tenga una edad mental de dos años. Además, su enfermedad le imposibilita hablar. Cada día acude al colegio en un autobús para personas con necesidades especiales hasta que sufrió una grave agresión.

Otra compañera le mordió brutalmente en el brazo, quedando cubierta de moretones. Los padres de la pequeña, Lynn Waldron-Moehle y Chad Waldron, han contado que al regresar a casa estaba "inconsolable" y fue cuando descubrieron las marcas.

Los padres denuncian que el conductor del autobús pudo evitarlo y no hizo nada. De hecho, Lillian se sienta justo detrás del conductor y pudo haber visto la agresión. "Ella no puede decirles que se detengan, no pudo escapar, porque está en un arnés en un asiento de seguridad", explica la madre.

Las Escuelas Públicas del Área de Green Bay están investigando las imágenes tomadas del momento de la agresión en el autobús. La directora les dijo a los padres que el vídeo es "espantoso y horroroso de ver". Los padres piden más personal en el autobús para evitar situaciones como esta.

La niña que mordió a la pequeña ya no está en el mismo centro escolar. Además, y de manera temporal, Lillian ahora viajará sola con dos adultos.