La niña le escribió a la reina porque su madre le contó que ella era la dueña de todos los cisnes de Reino Unido. En la respuesta, firmada por Jennie Vine, coordinadora de correspondencia del Buckingham Palace, le explica que la reina había tomado nota de sus comentarios y que no es la dueña de todos animales, sino de los cisnes mudos.

"Solo ejerce su derecho de propiedad sobre algunos cisnes en ciertas partes del río Thames", describe la nota.

La carta no mencionaba en ningún momento la conveniencia de mantener a un cisne en el baño, pero decía que "se debe recordar que como pájaros libres nativos, los cisnes disfrutan de protección en libertad".

La madre de la niña le ha confesado a 'The Times' que su hija estaba expectante con la respuesta y que "siempre ha amado a los cisnes y preguntado si podría tener uno".