La presencia de un "potente y persistente anticiclón" sobre la Península es el responsable de esta estabilidad atmosférica, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que alerta de la formación de grandes y densos bancos de nieblas, más persistentes en las depresiones de los ríos, sobre todo en el Duero y en el Ebro.

La niebla es un fenómeno muy habitual del invierno, en situación de altas presiones, debido a que el aire frío se confina en los valles y en las zonas bajas, donde hay más humedad y da lugar a la formación de grandes bancos de brumas.

Dichas nieblas se producen con mayor facilidad en los valles de los ríos por dos razones: por un lado, el aire frío procedente de las laderas que los cierran suele descender al ser más pesado y queda acumulado en ellos; y por otro, existe la humedad suficiente, procedente de los ríos que los surcan, para que se forme la niebla.

Respecto a las temperaturas, en Nochebuena los valores, en general, se situarán por encima de los habituales, salvo en zonas donde persistan los bancos de niebla, en el litoral cantábrico y en áreas de los Pirineos y, por el contrario, subirán en el centro y sureste peninsulares, alto Ebro y en la cordillera Cantábrica.

Para el día de Navidad, la situación no cambiará y se prevé cielo poco nuboso o con nubes altas y brumas y nieblas en ambas mesetas, en las depresiones del nordeste peninsular y en puntos del Estrecho, aunque, en general, serán menos extensas que en días anteriores.