El cartel verde con la letra 'L' puesto en la luna trasera del coche es el chivato; el que nos identifica como conductores inexpertos y novatos. Pero es el que también pide respeto y paciencia al resto de conductores. Ahora, la DGT quiere que suponga tres nuevos límites muy concretos.
Ni gota de alcohol, una tasa restrictiva; posiblemente, 0,0. Esta medida no es nueva en Europa: Alemania o Italia ya la aplican a los noveles. Otros, como Hungría, República Checa o Rumanía la amplían a todos los conductores.
Tampoco es novedosa la medida que plantea circular más despacio. Ya lo hacían a 80 kilómetros por hora hasta 2011. Lo que crea más dudas es la restricción nocturna. Sin aclarar horarios, plantea un problema a los aprendices de conductor, que no ponen ninguna pega al resto de medidas.
"Tengo la Universidad lejos de mi casa. ¿Cómo lo tengo que hacer si no hay autobuses a esa hora?", se pregunta un recién estrenado conductor. Tampoco lo ven claro asociaciones o formadores. "También esa situación de riesgo podría afectar a otros conductores, como a las personas mayores", explica Antonio Lucas, portavoz de RACE.
Proponen como alternativa una formación mucho más práctica. El ejemplo lo ponen países como Suecia, donde practican sobre suelo mojado, simulando los efectos del alcohol, o aprendiendo a salir del vehículo en caso de accidente.
La medida de Luxemburgo sobre la implantación gradual del carnet también se ha deslizado entre las propuestas del ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido. En este caso, supone un curso obligatorio de educación vial un año después de sacarse el carnet.