En casa los tenemos a mano en cualquier armario y se nos olvida que la mayoría de los los productos de limpieza son disolventes químicos. Amparto Escribano, doctora del laboratorio CSI Analítica, asegura que "es un reactivo químico pero con otra pureza".

De hecho, comparten etiqueta con los que se encuentran en los laboratorios. Por eso, Soledad en su trabajo no las descuida. La mayoría son tóxicos, nocivos y corrosivos, por lo que "ningún producto se debe mezclar con otro", explica Soledad Bernardo, jefa de Limpieza.

Hay que tener cuidado al mezclar la lejía y el amoniaco. El resultado produce cloramina, un gas muy tóxico para la salud. Una mujer en Madrid ha muerto mientras limpiaba con esta mezcla

Según Ascensión Pérez, doctora del Hospital San Cecilio, "se puede producir una irritación a nivel pulmonar, con lo cual los pulmones no se distienden de manera adecuada y el paciente se asfixia".

En los inodoros hay que tener cuidado con el aguafuerte. Si contacta con el agua corriente y salpica puede ocasionar quemaduras muy graves.

Los peligros están hasta en los pequeños rincones, hasta donde colocamos las bolsas antipolillas, compuestas por netfalina que, según su ficha internacional de seguridad química, puede causar desde dolor de cabeza hasta náuseas y vómitos.

Además de no mezclarlos, los expertos recomiendan que usemos guantes, ropa adecuada y ventilar la superficies al menos durante media hora.