El tribunal considera que Nacho Vidal fue el director del ritual chamánico que tuvo lugar en su propia casa y en el que se atribuyó a sí mismo un conocimiento especial sobre este tipo de ceremonias. Así lo especifica el auto de la Audiencia Provincial de Valencia al que ha tenido acceso laSexta.

El fotógrafo José Luis Abad murió en 2019 en manos del actor porno tras inhalar veneno de sapo bufo. En el mes de junio, Ignacio Jordá fue detenido por un ritual que se ha convertido en la moda entre los que buscan drogas psicodélicas.

José Luis Abad contactó con la hermana de Nacho Vidal de forma voluntaria para realizar un rito chamánico con veneno de sapo bufo. La víctima había consumido 24 horas antes cinco rayas de cocaína, algo que hizo que el efecto de la sustancia fuese mucho más fuerte. El informe forense reveló que la mezcla de estas dos drogas fue la causa de la muerte. Por esta razón se decidió archivar la causa, concretamente el 9 de mayo de 2023.

Durante el ritual, Abad dejó de respirar y ni Nacho Vidal ni su hermana actuaron hasta pasados 22 minutos. Es decir, él y su acompañante tardaron, según una grabación del móvil del fallecido, demasiado tiempo en llamar a urgencias. Todo quedó grabado en un vídeo que ya tiene la Guardia Civil. En todo momento el actor declaró que fue un accidente.

El abogado de Nacho Vidal aseguró en junio de 2020 a laSexta que su representado "hizo todo lo que estaba a su alcance" y que no se sentía "responsable de este fallecimiento". Mismas declaraciones que hizo el acusado en el programa de 'Lo de Évole' el 7 de mayo de 2023. "Fue muy fuerte el ver que esa persona se está yendo y está en tus manos", explicó Nacho Vidal.

Según su versión, Abad fue quien solicitó someterse a este ritual y la persona que proporcionó la sustancia. Pero el auto no dice lo mismo después de analizar las cámaras de seguridad de la vivienda. El Tribunal también recalca que el acusado conocía la toxicidad de la sustancia y que, aun así, no adoptó ninguna precaución ni antes ni después de administrarla.

Ahora se ha reabierto gracias a un recurso de la familia de la víctima. El actor porno se enfrenta a un posible delito de homicidio por imprudencia grave, lo que le podría costar hasta cuatro años de cárcel.