A sus 95, Pepi Caballero lleva más de 20 años viviendo sola, pero no se siente así: "Tengo un voluntario que se merece todo". Miguel Ángel es parte del acompañamiento afectivo que recibe de la ONG Grandes Amigos: "Va a mi casa, hacemos punto. Le he enseñado hacer zapatillas", comenta Pepi.

Y con esta campaña buscan ayudar a más personas como ella, porque no hace falta inventarse una familia hinchable. "El tener a alguien cerca que te escuche, que te de la mano, que este cerca de ti, al final es la verdadera solución para combatir la soledad de las personas mayores", asegura Mercedes Villegas, directora de la ONG Grandes Amigos.

Personas con viviendas sin ascensor o con problemas de movilidad como María Antonia Pérez, protagonista de la campaña: "Yo no puedo ir sola porque pierdo equilibro y no veo bien".

Dicen los expertos que para paliar este problema creciente de la soledad la solución pasa por regenerar los lazos afectivos pero de carne y hueso. Y gracias a esta ONG, Isabel y Pepi hacen planes juntas. Porque vivir solo no implica necesariamente sentirse solo.