Los cazadores del País Vasco y Navarra denuncian la dejadez de las administraciones y por eso llevan ya dos meses en huelga indefinida.

Aseguran que llevan cuatro años esperando un nuevo convenio de caza: "La legislación que se está llevando en distintos ayuntamientos, legislan todo en contra de la caza sin contar con las sociedades de caza", denuncia José Angel Zaldúa, presidente de la federación guipuzcoana de caza.

Solo así, dicen, se podrían fijar indemnizaciones cada vez que los campos agrícolas sufren daños.

En el caserío de Iñaki Ansola están notando las consecuencias de esta huelga: "Ha aumentado mucho la población de los jabalíes, y es un lío tremendo lo que tenemos". La tierra de sus cosechas está prácticamente destrozada: "Nos levantan los prados y luego no sale hierba en esos prados, no se puede segar. Son pérdidas económicas, dolor de cabeza y tienes la preocupación de que te puede acarrear enfermedades en los animales que pueden afectar también a las personas".

Mantienen que el mundo rural necesita la caza, porque estimula la economía y porque, además, dicen, es la única actividad que controla la superpoblación de especies como el jabalí: "Los que limpian el monte, los que lo cuidan, son los cazadores" dice un manifestante.

El año pasado, 10.000 cazadores ya se concentraron en San Sebastián. Un año después, dicen, no ha cambiado nada. "Que nos dejen la caza libre", defiende otra manifestante.

Exigen medidas urgentes y poder recuperar su actividad cuanto antes. Si no, alertan, las consecuencias serán irreversibles. Por otro lado, los animalistas aseguran que los animales tienen derecho a vivir y ser libres, y proponen combatir la superpoblación con pienso para esterilizarlos.