Mari Ángeles ofrece pañuelos 7 horas al día en un semáforo. Es su medio de vida desde hace año y medio. La gente ayuda, pero imposible afrontar multas de 750 euros.
Vender en los semáforos tiene multa. Pedir limosna a las puertas de un colegio, un hospital o un supermercado también. Christian lleva 3 años apostado en la puerta de un suprmercado. Oculta su rostro y da un nombre falso porque no quiere que le reconozcan. La medida, según él, obligará a muchos a delinquir.
Ayudar a aparcar, los llamados 'gorrillas', 750 euros; usar niños para mendigar, 3.000 euros de multa; y ofrecerse a limpiar el cristal de los coches, 1.500 euros. Son las cifras de una normativa que se ceba con los más pobres, los que menos tienen y más ayuda necesitan.
El Ayuntamiento de Madrid dice que el objetivo es mejorar la convivivencia. Se defiende diciendo que no existe ningún interés de recaudación, y que para vigilar que se cumpla la ley no aumentarán los agentes en la calle.