Las mujeres de Verín, un municipio orensano, tendrán que recorrer 72 kilómetros para dar a luz, lo que supone una hora y media de viaje, después de que la Xunta de Galicia haya decidido cerrar el paritorio del hospital comarcal.

En contra de esta decisión, trabajadores del Hospital de Verín se han organizado en un encierro indefinido dentro de las instalaciones en el que ya participan 90 personas. Piden al conselleiro de Sanidad, Jesús Vázquez, que se reúna con ellos para poner una solución.

Pero la de los trabajadores no es la única protesta que ha suscitado el cierre del paritorio. Durante este fin de semana miles de vecinos han salido a las calles para reclamar, además de el mantenimiento del paritorio y de pediatra, más personal y servicios para el hospital.

La gerencia justifica el cierre del paritorio atendiendo a "medidas técnicas" y "parámetros de seguridad de los bebés" mientras que los trabajadores cuestionan dicha medida y advierten de los posibles riesgos para la salud que ello acarrearía. Los vecinos creen que la decisión está vinculada a recortes.

Por su parte, el Sergas defiende la supresión del servicio en base a escasos nacimientos y, en esta línea, todos los facultativos del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (excepto los que están de baja o vacaciones) han firmado un escrito para respaldar la decisión de la dirección.

El pasado jueves, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, sostuvo que son los servicios de Ginecología y de Pediatría del área sanitaria de Ourense los que han propuesto, "por razones de seguridad", cerrar el paritorio de Verín debido "a la disminución drástica de partos anuales". "Si hiciéramos lo contrario (y no trasladásemos los partos a Ourense), después de ser advertidos seriamente y por escrito, estaríamos claramente poniendo en riesgo la seguridad de las mujeres y de sus hijos", afirmó Núñez Feijóo.