Así lo ha asegurado Mar Cambrollé, presidenta de la Federación de Plataformas Trans, que agrupa al 97% de los colectivos transexuales de España, que destaca que una de las demandas históricas de su colectivo y del feminismo es "el derecho a decidir sobre el propio cuerpo".

A ella se une que las mujeres cis (cuya identidad de género coincide con el sexo que se les asignó al nacer) han sido discriminadas por el hecho de serlo, ya que "esta sociedad patriarcal las ha considerado inferiores hasta el punto de no ser sujeto de derecho".

Discriminación que, según Cambrollé, comparten feminismo y mujeres trans, por lo que defiende una lucha feminista "transversal e interseccional", mientras advierte de que a las mujeres trans les golpea también "la expresión más brutal del patriarcado", que es el asesinato.

Entre las 1.000 razones expuestas por la Comisión del 8M para secundar la huelga feminista, destaca la de que las lesbianas, bisexuales y trans viven en "una situación de invisibilización, no reconocimiento social y de discriminación", al regir "un modelo de familia tradicional nuclear" y rechaza que se les dificulte el acceso a la reproducción asistida.

Es tan solo una de las reivindicaciones que las mujeres trans han logrado incorporar al argumentario de la huelga del 8 de marzo, en el que figuran "las más importantes", según Silvia Hernández, mujer trans e integrante de la Comisión 8M de Madrid, que este año se ha centrado en la diversidad.

"Yo me siento arropada, apoyada y escuchada y mí me han ayudado muchísimo, sin empoderarse en el movimiento, que es nuestro en exclusividad", asegura la activista y detalla su combate contra "la normativa binario patriarcal, contra esa ideología de género que nos quiere vender el sistema social".

La convergencia de ambos movimientos comenzó hace décadas, como recuerda Carla Antonelli, a quien en los años 90 ya le pidieron que encabezara una manifestación feminista.

"Somos parte indisoluble del movimiento feminista porque somos mujeres" subraya la primera diputada transexual en la Asamblea de Madrid y pide que no se caiga en la trampa del movimiento Terf (Feminismo Radical Trans Excluyente)-nacido en los años 70 en Estados Unidos-, con una presencia "casi anecdótica en España, aunque hace muchos ruido en las redes".

"Por más que se nos niegue, no vamos a dejar de existir", reitera la activista socialista, que pide el apoyo de los hombres feministas y de los creen en la igualdad en la lucha por los derechos de las mujeres.