En el momento de la explosión, Ellie estaba hablando con su pareja por el manos libres del coche. "Estaba totalmente segura que me iba a morir, fue una experiencia horrible. Mi pareja pensó que tuve un accidente de tráfico", explica Ellie al periódico 'The Mirror'.

La joven, que recibe tratamiento en un hospital de Inglaterra, tiene quemaduras de tercer grado en su muslo y brazos y sufre lesiones en los dedos y las muñecas.

La joven quiere advertir de lo peligrosos que pueden ser estos cigarrillos. "No me fío de las baterías de estos dispositivos, podría haberle pasado a cualquiera", comentó Ellie.

La joven se ha puesto en contacto con el fabricante y Emma Drackford, directora de Comunicación de Seguridad Eléctrica, respondió que "las pilas no deben estar sueltas o pegadas a las llaves, monedas u objetos metálicos".

Ellie confirmó que no tenía ningún objeto metal en su bolsillo y aún así explotó. La Asociación de Industria de Vaping en Reino Unido aconseja a los consumidores que compren sus cigarrillos electrónicos en una fuente fiable.