Moira Brady, de 45 años, estuvo a punto de morir tras desarrollar una infección por el arañazo de un gato callejero en Glasgow, en Inglaterra.

Según recoge 'Mirror', los hechos ocurrieron cuando la mujer, que se encontraba en el jardín de su vivienda, intentó ahuyentar a dos felinos que estaban peleando y uno de ellos la atacó.

El brazo de la mujer tras ser atacada por un gato

El equipo médico que se hizo cargo del caso aseguró que de no haber sido por la rápida intervención, la infección, provocada por dos bacterias, le hubiera matado.

Moira estuvo un mes ingresada y, según ha explicado, tuvieron que "amputarle varios dedos", hacerle "una transfusión de sangre" y ahora tendrá que ser sometida a más operaciones.