Claier Lewis, una joven británica, se llevó un gran susto cuando se dispuso a abrir una tarta que acababa de comprar y encontró un gusano dentro. La mujer descubrió que el animal estaba atrapado en el pastel debajo de una cinta adhesiva. "Estaba en shock, no esperaba encontrarme algo parecido a un gusano vivo", confiesa.
La joven, procedente de Trealwau, una ciudad de Gales, no dudó en tirar la tarta a la basura tras descubrir el gusano. Sin embargo, lo que más le indignó es que cuando fue a reclamar a la tienda donde había adquirido la tarta, solamente le ofrecieron cinco euros a modo de compensación, es decir, el precio que pagó por comprarla.
Asegura que no todo tiene que ver con el dinero, sino que lo que más le molestó fue la respuesta del establecimiento, según recoge el diario Metro.
La tienda ha respondido a sus quejas disculpándose y le ha ofrecido 35 euros para comprar cualquier artículo del establecimiento. Además, un portavoz de la tienda ha asegurado que ya se han puesto en contacto con la joven para disculparse por lo ocurrido.
Otro gasto más
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