Amy Leann Hall mató a sus hijos de 18 y 16 años con varios disparos delante de uno de los amigos del hijo, que se había quedado a dormir en la casa. Su hija pequeña de 14 logró arrebatarle el arma a su madre y huir hasta el cuarto de baño.

Amy declaró a la policía, según afirma 'Infobae' que quería defenderlos de su padre, "un hombre abusivo y peligroso" y que con ello, pensaba, los estaba salvando.

El asesinato de Kayson, una joven promesa del futbol americano, y Kloee, la mediana de los niños, se produjo en Oklahoma, Estados Unidos, en el domicilio de la familia Tolyver. La policía irrumpió en la escena tras la llamada de un amigo del hijo mayor, que dormía en la casa. La madre ya había abandonado el domicilio y su hija menor se encontraba aterrorizada en el baño.

La asesina confesa, que fue detenida cuando huía en la calle, estaba separada de su marido y había establecido varias denuncias en su contra que, según el sheriff del condado, había sido desestimadas por las autoridades judiciales.

El padre de Kayson y Kloee había replicado las denuncias de Amy porque, aseguró, eran falsas. Además, explicó que Hall maltrataba psicológicamente a sus hijos.

La madre manifestó que su exmarido había amenazado con asesinar a sus hijos y eso le llevó a pensar que así los salvaría. Su plan era quitarse la vida tras arrebatarsela a sus hijos, pero la niña menor irrumpió el plan. Hall ha pedido perdón por la masacre.