Stacey Worsley, de 32 años, ha sido declarada culpable en Reino Unido de un delito de estafa por haber cogido 100.000 libras de las donaciones recaudadas para su hijo enfermo de cáncer y gastarlas en su adicción al juego, según ha recogido el 'Daily Mail'.

La mujer perdió a su pequeño Tobye de seis años el pasado mes de enero a causa de un neuroblastoma raro y un tumor cerebral. Al enterarse de la enfermedad de su hijo, pidió ayuda para recaudar 200.000 libras para un costoso tratamiento.

Consiguió su objetivo, no obstante, apenas dos meses después del fallecimiento del pequeño la Policía descubrió que había gastado parte de ese dinero en juegos de azar por Internet.

Pese al fraude, los investigadores han asegurado que "en ningún momento afectó el tratamiento médico del niño, que se financió parte por separado".

Worsley, que se ha declarado culpable, ha devuelto parte del dinero, que irá a causas benéficas, y ha sido puesta en libertad provisional a la espera de que se celebre el juicio el próximo mes de marzo por estafa.