Los médicos del Hospital San Juan de Dios de Zaragoza certificaron la muerte natural de una mujer de 90 años, tras realizarle un chequeo médico y comprobar que cumplía con los signos clínicos de muerte, entre otros falta de pulso y de respiración constatables. En virtud del protocolo establecido, fue enviada a un tanatorio de la ciudad.
Cuando la hija de la mujer llegó al hospital, se encontró con que su madre ya estaba en el mortuorio. Allí, el tanatopractor se percató de que la mujer aún respiraba y alertó al resto de los trabajadores. La mujer estaba viva en el momento en el que estaban preparando su propio velatorio.
Los funcionarios del tanatorio activaron el protocolo correspondiente para volver a trasladar a la anciana al hospital. Fue trasladada de nuevo al centro en situación de coma arreactivo, similar a una parada inminente del corazón y situación de final de vida.
Personal del centro hospitalario San Juan de Dios, cuyos responsables han abierto una investigación interna en torno al caso, han acompañado a la familia de la fallecida en todo momento para informarles de lo ocurrido.
Además, el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Zaragoza, tras recibir la información del caso, abrió una investigación para determinar la posible existencia de una negligencia médica, aunque se descartan responsabilidades penales, han confirmado a EFE fuentes policiales.