La justicia francesa ha ratificado que la muerte por un infarto tras practicar sexo durante un viaje de trabajo se considera un accidente laboral, tal y como recoge el fallo de la Corte de Apelación de París.

Los hechos se remontan a febrero de 2013 cuando la empresa ferroviaria TSO fue informada por la gendarmería de Meung sur Loire de la muerte de un técnico de seguridad de su compañía, M. Xavier, según recoge 'The Times'. Este había mantenido un encuentro sexual con una mujer que acababa de conocer y después sufrió un ataque cardíaco.

Al ser considerado accidente laboral, la empresa tenía que pagar a los familiares de la víctima parte del sueldo que el fallecido tendría que recibir hasta el día en que hubiera llegado su jubilación. Por ello, la compañía acudió a la justicia para rebatir la consideración de accidente laboral, alegando que en el momento de su muerte el empleado había interrumpido su trabajo por un motivo personal sin relación con sus funciones.

Además señalaban que la afección cardíaca que le produjo un ataque al corazón no era achacable a la actividad profesional sino al acto sexual con una desconocida.

Sin embargo, el tribunal desestimó la apelación al no considerar probado que el trabajador hubiera interrumpido su trabajo, y señaló que Zavier no había dejado de "estar bajo la autoridad del empleador".