Los siete hermanos de una familia refugiada que llevaba un año viviendo en Canadá han muerto mientras ardía su casa de Halifax. Los niños, de entre cuatro meses y 14 años, fueron hallados después de que los bomberos consiguieran extinguir el fuego, probablemente producido por la explosión de una bombona de gas.

Los padres de los siete menores, refugiados sirios que vivían en Canadá desde 2017, están ingresados en estado grave y las autoridades han abierto una investigación para determinar las causas de los hechos.

Justin Trudeau, primer ministro canadiense, ha transmitido sus condolencias a la familia a través de Twitter: "No hay palabras cuando son niños los que pierden su vida tan pronto, especialmente en circunstancias como estas. Mi corazón está con los supervivientes del horroroso incendio de Halifax de esta mañana, y los seres queridos que están llorando esta tremenda pérdida".