La dependienta estaba detrás del mostrador cuando en el establecimiento entró un hombre joven corriendo con dificultad y algo en la cabeza. Saltó con un cuchillo en la mano y se lo puso en el cuello, mientras un cliente era testigo de lo sucedido, pero salía de la tienda.

El presunto atracador terminó llevándose a la mujer como rehén. Su hija nos ha contado que no le pidió dinero, sino que sólo le preguntaba si sabía conducir.

"Lo que hizo fue coger a esta rehén, subirla en el coche e ir a la gasolinera a robar. Por suerte, en la local había alguien que le tiró un extintor al atracador y en ese momento, la rehén pudo zafarse y salir corriendo", explica Carlos Sáez, alcalde del municipio madrileño de Torres de la Alameda.

El presunto atracador volvió a coger el vehículo y la Policía lo persiguió por todo el pueblo. Luego, se cuentan varios testigos, se atrincheró y comenzó a autolesionarse.

Los agentes terminaron disparándole en una zona no vital. Pero él ya tenía varias lesiones por arma blanca que el mismo se habría provocado. Aunque los servicios de emergencias consiguieron reanimarlo, finalmente perdió la vida.