Los casos de hepatitis infantil aguda de origen desconocido, que inicialmente se reportaron en Reino Unido, continúan en aumento, y ha se han confirmado al menos 169 en 11 países, uno de ellos mortal, tal y como ha informado la Organización Mundial de la Salud (OMS), que no ha dado más detalles al respecto.

Asimismo, el organismo ha indicado en un comunicado que la mayoría de los casos se han registrado en Europa, salvo nueve confirmados en Estados Unidos y 12 en Israel. Por países, Reino Unido es el que más casos ha reportado (114), seguido de España, que ha notificado 13.

Del total de los niños afectados, 17 (aproximadamente uno de cada diez) han necesitado un trasplante de hígado tras contraer esta nueva enfermedad, que suele acarrear dolores abdominales, diarrea o vómitos, y según la OMS podría estar causada por un adenovirus, quizá el tipo 41. En este sentido, la OMS ha expresado su inquietud por el hecho de que un adenovirus, normalmente asociado a dolencias respiratorias leves, pueda estar causando inflamaciones hepáticas agudas.

Los primeros diez casos de esta hepatitis aguda fueron notificados por el Reino Unido a la OMS el 5 de abril, en niños menores de diez años previamente sanos.

Actualmente, la edad de los afectados oscila entre el mes y los 16 años, y en la mayoría de los casos no presentan fiebre, ha detallado la OMS.

Del total, en 74 casos se han detectado adenovirus (18 de ellos específicamente con el adenovirus 41, raramente ligado antes a casos de hepatitis), y una veintena de niños también dieron positivo por el virus SARS-CoV-2, causante del coronavirus.

Ante este anómalo ascenso de casos de hepatitis de origen desconocido, la OMS ha pedido que continúen las investigaciones y que se tomen medidas preventivas. En este sentido, ha recomendado seguir con las medidas establecidas durante la pandemia del COVID-19 para evitar contagios, como el lavado frecuente de manos, cubrirse al toser. Además, el organismo ha reclamado que se realicen test de sangre, suero, orina y heces a los afectados para analizar y secuenciar los posibles virus causantes.

Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud no recomienda que se tomen medidas restrictivas a la entrada y salida al Reino Unido u otros países afectados, ya que por ahora no han identificado que los viajes internacionales guarden relación con la proliferación de los casos.