Tanner Lake Wall, un niño de 13 años, falleció tras infectarse con una ameba 'comecerebros' durante las vacaciones de verano con su familia en un camping del norte de Florida que contaba con un parque acuático y un lago, según informa 'Daily Mail'.

El fallecimiento tuvo lugar el pasado 2 de agosto. Sin embargo, la familia ha relatado ahora lo ocurrido a 'News4Jax', donde han contado que el niño empezó a encontrarse mal dos días después de nadar con sus familiares en un lago del camping y han expresado que su hijo "era alguien con quien siempre querías estar".

En concreto, Travis Wall, padre del fallecido, dijo que el menor comenzó a tener "náuseas, vómitos y dolores de cabeza bastante fuertes" y agregó que Tanner también sentía rigidez en el cuello. En ese momento, el matrimonio llevó a su hijo al Centro Médico Comunitario de Putnam, donde los médicos diagnosticaron al niño faringitis estreptocócica.

Sin embargo, Travis y Alicia tenían la sensación de que su hijo tenía algo más que una faringitis y, por ello, lo llevaron al Hospital UF Health, en Gainesville, donde los médicos hicieron un trágico descubrimiento. "Nos dijeron que el niño no tenía una meningitis bacteriana, sino que tenía una ameba parasitaria y que no había cura", relató Travis.

La ameba parásita era la 'Naegleria fowleri', o la 'ameba devoradora de cerebros' que se encuentra típicamente en agua dulce tibia y que puede causar una infección cerebral llamada meningoencefalitis amebiana primaria. Además, se puede encontrar en agua de grifo contaminada y en las piscinas mal cloradas.

Un portavoz del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades ha señalado que "'Naegleria fowleri' infecta a las personas cuando el agua que contiene la ameba se mete en el cuerpo de una persona a través de la nariz". "Esto suele ocurrir cuando la gente va a nadar o bucear en lugares cálidos de agua dulce, como lagos y ríos. Una vez entra por la nariz, la ameba va hasta el cerebro, donde destruye el tejido cerebral", ha explicado. Sin embargo, se trata de una infección muy rara ya solo se han reportado 35 casos en EEUU en la última década.

Además de los vómitos, la fiebre, las náuseas y el dolor de cabeza, los síntomas posteriores pueden incluir rigidez en el cuello, confusión, falta de atención a las personas y los alrededores, pérdida del equilibrio, convulsiones y alucinaciones. Una vez se comienzan a sentir estos síntomas, la enfermedad progresa rápidamente y generalmente causa la muerte en aproximadamente cinco días.

Los padres del niño esperan que esta desgarradora tragedia ayude a concienciar a otros padres y evitar que sucedan otros incidentes similares y quieren que se coloquen letreros que adviertan de los peligros potenciales en lugares con agua cálida, especialmente en verano: "La gente necesita tener cuidado desde julio hasta finales de septiembre con las aguas calientes, a la hora de hacer buceo, nadar o practicar deportes acuáticos", declaró el padre de Tanner.