Liam Flanagan, un niño de ocho años aficionado al ciclismo y a los animales, sufrió un accidente en bicicleta por una ladera el pasado 13 de enero en Spring Creeek, en Oregón, Estados Unidos. El manillar le cortó el pantalón provocándole una herida que acabaría con su vida.

La herida fue tratada con varios puntos aunque, días más tarde, el niño se quejó de un dolor insoportable cuando su madre descubrió "una hinchazón púrpura y rojiza de aspecto gangrenoso". Cuando acudieron al hospital se le diagnosticó fascitits necrotizante, una infección bacteriana muy grave que se propaga rápidamente y destruye los tejidos blandos del cuerpo. Esta infección es la causa de muerte de un centenar de personas al año en Estados Unidos, siendo mortal en el 30% de los casos. Por ello, se le conoce como 'bacteria devoradora' o 'bacteria come carne'.

El pequeño se sometió a cuatro operaciones en tres hospitales y le amputaron diferentes partes del cuerpo: desde su pie derecho hasta que "casi todo su lado derecho había desaparecido". Su madre y padastro guardaban la esperanza de que cada operación fuera la definitiva, pero la infección fue demasiado agresiva y el niño falleció el pasado 21 de enero.

Su madre y su padrastro han querido concienciar a otras familias para que presten atención a cualquier corte o herida por superficial que parezca. "No queremos que otros padres pasen por esto", han asegurado desolados.

Según han explicado sus familiares, Liam afrontó el proceso de una forma admirable, intentando evitar el proceso de su familia y amigos. "Era tan fuerte y valiente", revela su madre. Asimismo, la escuela del pequeño ha organizado varios eventos benéficos con el fin de recaudar fondos para ayudar a la familia con los gastos médicos y funerarios. La comunidad ya ha recaudado 11.500 dólares.