El cuerpo de Reginald Alan Roach, un hombre con antecedentes por delitos sexuales, fue encontrado junto a un gran charco de sangre y con los genitales cortados en Bangor, Gales del Norte. Al parecer, fue una persona que estaba paseando a sus perros quien dio el aviso a la Policía tras localizar el cadáver.

La autopsia reveló que el hombre murió de una hemorragia por las incisiones practicadas para cortar sus genitales. Según ha informado el medio Daily Mail, la víctima, de 63 años, había sido condenada a 16 meses de prisión y a pagar 171 euros.

Una sentencia que comunicaron después de que él admitiese en agosto que se había exhibido desnudo en un hotel. Además, también tenía una causa abierta por haber destruido un monumento en 2020. Unos hechos que su abogado intentó defender asegurando que no había motivo sexual en sus acciones.

Los medios de comunicación del país recogen que el abogado intentó justificar los delitos de su cliente asegurando que los había cometido por culpa de una lesión cerebral grave que había sufrido cuando era joven. Sin embargo, la Fiscalía no dio por válido tal argumento.

Ahora, la Policía investiga qué es lo que pudo sucederle, aunque parece que descartan la implicación de otra persona. "No estamos buscando a nadie más en relación con la muerte de Reginald Alan Roach".

Sin embargo, han hecho un llamamiento para que cualquier persona que haya visto "a un hombre mayor, de 1,70 metros de altura aproximadamente y que vestía pantalones vaqueros con una capucha gris entre las 10:00 de la mañana del cinco de noviembre y las 09:00 de la mañana del seis de noviembre", se ponga en contacto con ellos.