Un bebé prematuro murió tras permanecer diez horas en la morgue de un hospital de Lima a la que fue llevado por un aparente error médico hasta en dos ocasiones, informaron medios locales. El bebé nació en un centro de salud del distrito de Puente Piedra tras lo cual fue trasladado al Hospital Carlos Lanfranco La Hoz, de la misma localidad, donde los médicos certificaron erróneamente su muerte, denunciaron sus familiares.

La abuela del neonato denunció en la emisora RPP Noticias que el bebé fue declarado muerto hasta en dos oportunidades y que una fiscal que acudió al hospital fue la que descubrió que aún vivía. "La señora de la limpieza escuchó un pequeño ruido y la fiscal se ha sorprendido al ver que el bebé estaba llorando y estaba vivo", relató.

De inmediato, el bebé fue trasladado al Instituto Nacional de Salud del Niño, en el distrito de San Borja, donde se intentó salvarlo sin éxito. Tras conocerse el caso, el superintendente nacional de salud, Carlos Acosta, confirmó a RPP que el bebé había sido llevado a la sala mortuoria del hospital hasta en dos ocasiones.

"El niño llegó al mortuorio y ahí pasó un tiempo, hasta que advirtieron de que estaba vivo, fue llevado a pediatría y nuevamente ratificaron que había fallecido y lo llevaron de vuelta al mortuorio. Ahí pasó el resto de la noche hasta que llegó la Fiscalía por otro cadáver que debían levantar y se dieron cuenta del caso", relató.

Acosta aseguró que la superintendencia ha iniciado una investigación del caso que, consideró, pudo deberse tanto a un error en el cumplimiento de los protocolos como a la impericia del médico que atendió al bebé. El superintendente dijo que esto implicará sanciones administrativas y judiciales, e informó que el director "ha abierto procesos administrativos disciplinarios hacia el personal involucrado y que resulte responsable".

En el plano judicial, agregó, se está frente a un caso de "vulneración de la vida humana", por lo que la Fiscalía investiga tanto al centro de salud donde nació el bebé como al hospital de Puente Piedra y al personal médico implicado.