Un niño de tan solo tres años ha fallecido asfixiado tras esconderse en el interior de una lavadora mientras jugaba al escondite con su hermano mayor. La tragedia ocurrió en su propio domicilio en Slupsk, al norte de Polonia.

Los dos hermanos jugaban al escondite y el más pequeño decidió que la lavadora era el refugio perfecto. Entró y cerró la tapa que no pudo abrir desde dentro. Su hermano mayor no lo encontraba y cansado, decidió dejar de buscarlo. Mientras, todo este tiempo, el niño estuvo encerrado.

Su padre, que estaba durmiendo, se despertó y encontró al pequeño encerrado en el electrodoméstico. El niño se encontraba en un estado muy grave de salud y fue trasladado rápidamente a Urgencias. Después de dos horas intentado reanimarle, el menor falleció.

Las autoridades han abierto una investigación para determinar el grado de responsabilidad de los padres con respecto a la muerte de su hijo ya que ambos se encontraban dormidos cuando ocurrieron los hechos.