Muere un joven negro en Estados Unidos en un nuevo episodio de violencia policialen el país. Irvo, de 28 años, estaba sufriendo una crisis psiquiátrica cuando más de diez agentes intentaron inmovilizarlo tirándose, literalmente, encima de él.

A pesar de que estaba esposado y con grilletes en los tobillos en el Hospital Estatal de Virginia, los agentes le obligaron a arrodillarse. Poco después lo tiraron al suelo sin miramientos poniéndose encima de él.

"Mi hijo fue tratado como un perro, pero que un perro", ha indicado Caroline Ouke, la madre del joven fallecido.

Hasta diez personas llegaron a ponerse encima de él durante diez agónicos minutos. Tras esto, colocaron a Irvo boca arriba y se dieron cuenta de que no respiraba, momento en el que llamaron a Emergencias.

A pesar de que intentaron reanimarle, ya era tarde, por lo que cubrieron en cuerpo sin vida con una sábana. "Fue traumático, mi hijo fue torturado", ha confesado Caroline Ouke.

La familia, destrozada, reclama justicia directamente al presidente Biden. Por el momento, siete policías, también negros y tres sanitarios ya han sido detenidos acusados de homicidio en segundo grado.