Trágico suceso el que ha tenido lugar en una fábrica de Keratsini (Grecia), donde una niña romaní de ocho años murió como consecuencia de ser aplastada por una puerta automática tras estar hasta 20 minutos atrapada. La pequeña luchó durante todo ese tiempo para salir, pero finalmente no pudo salvar su vida. Las autoridades han detenido de momento a tres personas acusadas de negligencia por no hacer nada por ayudar a la menor.

De hecho, se cree que nadie acudió a prestarle rápidamente ayuda por ser de etnia gitana. Según los medios griegos, la muerte de Olga fue provocada por la asfixia y por una hemorragia interna, ya que la puerta, que según indicaron pesa media tonelada, le aplastó la columna vertebral. El suceso ha conmocionado a toda Grecia, y son muchos los que están pidiendo responsabilidades por lo que le ha sucedido a la pequeña.