La mujer más longeva de Galicia, María Luisa Vázquez de Silva, conocida como Lulú, ha fallecido esta madrugada en Pontevedra a los 111 años.
Nacida el 29 de marzo de 1910, Lulú protagonizó una de las imágenes más entrañables de la pandemia cuando, en pleno confinamiento, los servicios de emergencia aparcaron unos minutos la lucha contra el COVID-19 para acudir a su ventana y celebrar su 110 aniversario.
Fue la cuarta de ocho hermanos, aunque uno de ellos falleció antes de que ella naciera, y era de las pocas españolas que vivió dos pandemias ya que, con apenas ocho años, ella y sus hermanas vivieron desde un internado la de la gripe española.
Luego llegaron la Guerra Civil española (1936-39), la dictadura de Franco (1939-75) o la llegada de la democracia a nuestro país, adaptándose siempre a los continuos cambios sociales.
A los 38 años se casó con Juan José Harguindey, con el que no tuvo hijos -tenía 87 sobrinos nietos- y con el que vivió en Santiago durante un cuarto de siglo hasta que él, médico de profesión, enfermó y regresaron a Pontevedra, ciudad en la que ha residido hasta su muerte.
Durante los últimos años era una habitual de la 'tertulia' que, en compañía de sus también centenarias amigas, protagonizaban casi a diario en el corazón del centro histórico pontevedrés, hasta que la crisis sanitaria les obligó a interrumpir su tradición.
Dicen los que la conocen que la pandemia supuso un antes y un después en su salud, pero lo cierto es que hasta hace bien poco seguía haciendo calceta, una de sus aficiones, y mantenía intacta su pasión por los libros, a pesar de que su vista ya no era la de antaño.
La familia ha decidido despedirla en una ceremonia privada celebrada en el tanatorio de Pontevedra, aunque toda la ciudad podrá despedirla el próximo lunes, día 27, en el funeral previsto en la iglesia parroquial de San Bartolomé.
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