"Dicen que la fe mueve montañas. Aquí literalmente la fe de muchos ha movido una montaña para hallar a Julen", ha escrito en su Twitter la subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez, en su última visita a la zona del pozo de Totalán (Málaga) donde el pequeño Julen desapareció hace 10 días.

En esta semana y media de rescate se ha tenido que abrir una mina, una cantera, eliminar una montaña para poder habilitar una vía por la que los equipos de rescate puedan llegar a Julen.

Gámez que lleva a pie del cañón desde el domingo 13 de enero lamentó el nuevo revés que el terreno dio a los rescatadores. "Lamentablemente hoy no ha podido ser, pero allí siguen todos trabajando para llegar cuanto antes", afirmó en el mismo mensaje.

Ya en la mañana del miércoles y superados esos problemas, María Gámez, que vuelve a estar sobre el terreno como cada día, aseguró en sus redes sociales: "Cada hito, un chute de ánimo. Cada desafío, una razón para seguir luchando. La ventana del tubo, todo un símbolo, ya está preparada, la puerta para entrar a por Julen".

La perforadora que trabaja en el pozo vertical paralelo al de Julen, el niño de dos años que cayó hace diez días en un pozo de más de 100 metros de profundidad en Totalán (Málaga), ha terminado de reperfilar la galería ejecutada, comenzándose de nuevo el entubado de la misma.

Otra de las dificultades en el entubado es encajar la ventana desde la que los especialistas de la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa, llegados desde Asturias la semana pasada, comenzarán a cavar unos cuatro metros en horizontal, a 72 de profundidad, para llegar hasta el pozo donde se encuentra el pequeño. Esto se estima que se inicie este miércoles, con una duración de unas 24 horas.