Está siendo un verano diferente. No cabe ninguna duda de que la pandemia de coronavirus ha tenido un notable impacto en todos nuestros hábitos de ocio y de consumo. Y, lógicamente, conforme se acercaba la llegada del verano estaba cada vez más claro que la forma de planificar nuestras vacaciones iba a cambiar también, en mayor o menor medida.
Entre la repercusión que ha tenido la Covid-19 en la economía de una gran cantidad de hogares y las recomendaciones de las autoridades sanitarias en materia de prevención -respetando el distanciamiento social, extremando las medidas de higiene o evitando aglomeraciones en la medida de lo posible-, opciones como las de desplazarnos a nuestro destino vacacional en avión, tren o autobús han perdido terreno frente a la utilización del vehículo particular. Sobre todo, en el caso de familias o personas del mismo entorno que viajan juntas, que encuentran la opción de compartir el gasto más elevado y evidente del viaje: el combustible.
Además, los conductores tienen ante sí la posibilidad de ahorrar con técnicas de manejo del vehículo que reducen el consumo, lo que no solo repercutirá en unas vacaciones más asequibles, sino que tendrá implicaciones positivas también en materia medioambiental y contribuirá en muchos casos a alargar la vida útil de su automóvil. Estas son algunas de las técnicas más fáciles de poner en práctica:
Acelera con suavidad
Tanto para iniciar la marcha, como una vez alcanzada nuestra velocidad óptima de desplazamiento, la intensidad y la frecuencia con la que pisemos el acelerador repercutirá directamente en el consumo. Las prisas para alcanzar los primeros 40 km/h o las oscilaciones de velocidad de crucero son enemigos directos a la hora de alcanzar nuestro objetivo de un consumo contenido. Arranquemos con progresividad y mantengamos nuestra velocidad constante en carretera, "acariciando" el pedal del acelerador. Si nuestro coche cuenta con control de velocidad de crucero, utilicémoslo. Es una gran ayuda.
Atentos al trazado y al tráfico
Un buen conductor es el que se anticipa a todas las situaciones del tráfico. Y no escapa a la economía de utilización del coche. Anticipemos la posible necesidad de frenar por las condiciones del tráfico mirando en perspectiva, no solo los primeros metros delante de nuestro vehículo. A veces, con soltar levemente el acelerador bastará para adecuar la velocidad y estaremos ahorrando energía. Si ante nosotros aparece una bajada, por ejemplo, simplemente debemos dejar ir el coche por inercia, con la marcha que llevemos insertada, porque eso cortará el suministro de combustible a cero.
Tu enemigo es la velocidad
Sobra decir que debemos respetar los límites de la vía en todo momento. En primer lugar, por nuestra seguridad; también por ahorrarnos una sanción. Pero, no menos importante, porque estaremos ahorrando combustible.
La fase del arranque, hasta alcanzar los 50 km/h aproximadamente, es una de las dos donde más sube el consumo: hacer que una masa de más de una tonelada empiece a moverse requiere energía. Pero no menos costosa es la misión de hacer que un automóvil supere los 100 km/h. Ahí entra en juego el freno que supone la aerodinámica y además de manera exponencial cada km/h. Superarlo tiene su coste: se calcula que la diferencia de consumo entre viajar a 100 km/h y hacerlo a 120 km/h es de un 20% más. El ahorro en tiempo en 25 km será de 2 minutos. ¿Merece la pena?
Configurar el coche antes de viajar
Antes de emprender un viaje es importante comprobar cuestiones que, además de en la seguridad, inciden directamente en el consumo, como la presión de los neumáticos. Observar las indicaciones del fabricante, reflejadas en el manual del coche, y atender especialmente a la carga que vamos a desplazar, adecuando las presiones a cada situación. Un neumático poco hinchado, además de hacer que el consumo aumente, tendrá un desgaste anómalo y, por tanto, una vida útil más corta.
Antes de abusar de la climatización, que también repercute negativamente en el consumo, bajemos las ventanillas, cuando rodemos a baja velocidad. Luego, en carretera, mejor el aire acondicionado, siempre suave.
Se puede ahorrar eligiendo gasolinera
La tecnología actual nos permite ahorrar eligiendo también el punto de repostaje de mejor precio. Basándose en la cada vez más utilizada geolocalización de nuestros dispositivos informáticos o de telefonía móvil, existe un gran número de webs y aplicaciones para todos los sistemas operativos que nos permiten encontrar las gasolineras con los mejores precios.
Existen webs como la de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que permiten encontrar las opciones más interesantes en cuanto a precios en un radio de hasta 50 km de donde estemos o del punto que introduzcamos manualmente en el buscador. Al igual que aplicaciones como GasAll, Gasolineras de España, GasofApp o Gasolineras Baratas, entre muchas otras.
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La mayoría de estas aplicaciones, suelen utilizar los precios oficiales del combustible que maneja el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Dentro de su web, está la herramienta seguramente mejor informada para investigar cuáles serán las gasolineras más interesantes de nuestro itinerario, en un apartado del sitio llamado Geoportal de Hidrocarburos. Merece la pena invertir un ratito antes de iniciar nuestro trayecto hacia las vacaciones.
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