La pandemia de coronavirus ha hecho que determinados productos aumenten -y mucho- la atención del público general. Así ha pasado con los denominados objetos inteligentes, ya que nos hemos interesado por domotizar nuestro entorno.
El móvil o la tablet se han convertido en el cuadro de mandos de nuestra casa estemos donde estemos. La conectividad ya nos rodeaba, pero la pandemia y sus nuevas necesidades de comunicación la han disparado, también por el ahorro que llegan a suponer.
La domótica está creciendo "aportando soluciones y confort", como nos cuenta Juan Cruz, de Delta Dore Domótica. Esta exigencia y ganas de estar conectados se trasladan también a los vehículos. Nos montamos en un coche inteligente de Toyota que nos cuenta, a través de nuestro móvil, cómo podemos ser más sostenibles.
Este coche inteligente puede salvarnos la vida o ahorrarnos unos euros. Manuel Adánez, experto en Conectividad de Toyota, nos cuenta los beneficios de adquirir este tipo de vehículos: "Si detectan un accidente en el que se han desplegado los airbags, comunican directamente con Emergencias, explicando qué tipo de incidente ha sucedido y la localización exacta. Además, tenemos un control absoluto del vehículo: si se produjese una avería, nos lo mandaría al móvil y nos aconsejaría qué debemos hacer".
El móvil no podrá sustituir a un mecánico o a un entrenador, pero nos pone en forma, nos filtra el carrito de la compra. Y es que hasta cuando queremos desconectar, nos conectamos.
Otro gasto más
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