El auge del cicloturismo no ha dejado de aumentar en la última década. Especialmente en un verano tan atípico como este, donde la pandemia lo condiciona todo y donde se tiende a improvisar un poco más y hacer planes sobre la marcha. Hacer turismo en bici se presenta como una de las alternativas más interesantes para conocer nuestro país como tal vez nunca hubiéramos imaginado.

Existen muchas publicaciones donde informarse para diseñar un plan, una ruta, sea de una semana o de solo un día. Una de las últimas en aparecer ha sido el libro del periodista y aventurero Sergio Fernández Tolosa, España en bicicleta, 101 rutas para unas vacaciones sobre ruedas, editada por Geoplaneta.

El autor desgrana 35 propuestas incidiendo en todos los puntos clave en la preparación o a la hora de elegir una u otra ruta, con aspectos tan importantes como kilometrajes o desniveles. Aporta consejos para debutantes, normativa y otras rutas alternativas.

España, de punta a punta en bicicleta

Desde los Pirineos hasta La Mancha, pasando por Sierra Nevada, la Costa del Cantábrico o Atapuerca, Fernández Tolosa nos invita a disfrutar de tesoros que tal vez no conocíamos y teníamos literalmente, a tiro de piedra. O, mejor dicho, a golpe de pedal.

1. El camino de Santiago

Afrontar en bicicleta una de sus múltiples variantes o incluso varias etapas del mismo es un auténtico regalo para los sentidos. El Camino Francés es, tal vez, el más popular y abarca más de 800 kilómetros, cruzando los Pirineos por Roncesvalles rumbo a la capital coruñesa a través de Pamplona, Logroño, Burgos o León. Puede diseñarse a gusto de cada uno, con la ventaja de la amplia oferta de albergues y puntos de asistencia del itinerario. La web Bicigrino ofrece mucha información al respecto.

2. Delta del Ebro

Ideal para principiantes y familias. Una de las zonas más atractivas para disfrutar pedaleando. Por ambas márgenes del río se pueden recorrer infinidad de pistas, muchas de ellas paralelas a canales de riego adaptados a la práctica del cicloturismo. Un ejemplo es la Ruta del Camino de Sirga, de 22 km (unas 4 horas a ritmo tranquilo). Parte de Amposta y atraviesa Balada y Sant Jaume d'Enveja para alcanzar el destino final en el río Migjorn.

3. Vía Verde de Ojos Negros

El tramo ferroviario abandonado y reconvertido en ruta cicloturista más larga de España. Abarca 160 km que pueden afrontarse en dos o tres etapas, si se hacen al completo, o elegir alguna. Es el recorrido que hacía el tren minero que transportaba hierro de Teruel a Valencia desde comienzos del Siglo XX. Parte de Santa Eulalia del Campo hacia Teruel y de allí se dirige hacia el destino final de Valencia atravesando Barracas, Algimia de Alfara y Sagunto.

4. Parque Natural de Doñana

Otra alternativa de dificultad mínima y corta distancia (5,3 km) para disfrutar del cicloturismo en familia dentro de un entorno único es el Parque Natural de Doñana. Parte de la Laguna del Acebuche, y pasa por cinco observatorios de aves. Superado el último, y tras pasar por un humedal recuperado tras una desecación en los años 50, se visitan las lagunas del Huerto y Las Pajas. Se transita a continuación por algunos canales me­diante pasarelas, lo que permite conocer de cerca la vegetación de ribera típica de la zona, matorrales y algunos bosques de pi­nos piñoneros. Desde la Laguna del Huerto se regresa al punto de partida del Centro de Visi­tantes del Acebuche.

5. Ruta del Quijote

Castilla-La Mancha es otro paraíso del cicloturismo. Siguiendo los pasos de Don Quijote y desde El Toboso se pueden completar en todo o en parte los 400 kilómetros que forman el bucle formado por Pedro Muñoz, Tomelloso, Argamasilla de Alba, Castillo de Peñarroya, Ruidera, Cueva de Montesinos, Alhambra, Villanueva de los Infantes, La Solana, Membrilla, Manzanares, Bolaños de Calatrava, Almagro, Miguel Turra, Ciudad Real, Daimiel, Villarubia de los Ojos, Puerto Lápice, Herencia, Alcázar de San Juan, Campo de Criptana y, de nuevo, El Toboso. Consulta toda la información en Ruta del Quijote.

Más rutas para elegir a golpe de GPS

Las que te proponemos son solo algunas de las más de una treintena de rutas que propone Fernández Tolosa en su libro. En los últimos años han proliferano muchas guías y texto en torno al cicloturismo, además de interesantes webs, como bici:map, con rutas, descargables y mapas para GPS portátiles o compatibles con la app Avenza Maps.

La propuesta de Vías Verdes, por ejemplo, es otra de las más interesantes. Invita a disfrutar de los cerca de 3.000 kilómetros de infraestructuras ferroviarias en desuso reconvertidas en itinerarios cicloturistas en un programa coordinado por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles.

La preparación previa: ¿qué bici elegir?

El cicloturismo demanda un planteamiento muy diferente al del ciclismo, por más que la bicicleta sea el núcleo central de ambas actividades. Lejos de buscar la velocidad, la resistencia o las prestaciones puras y duras, se trata de dar un paseo en bici disfrutando del entorno solos, con amigos o en familia. De modo que lo primero es elegir una ruta asequible para todos. Nada del último modelo de bicicleta con materiales carísimos y tecnologías de ciencia ficción. Nuestra mejor compañera de viaje será una sencilla de manejar, ligera y, eso sí, lo más fiable posible para evitar averías. Y si va equipada con neumáticos todo terreno, mayor abanico de escenarios será el que nos permita disfrutar.

Accesorios para un viaje seguro

Imprescindible contar con luces, tanto delanteras como traseras. Una visibilidad óptima es importante, pero no lo es menos ser vistos por el resto de usuarios de la vía y mejorar nuestra seguridad.

Un GPS o una buena app de mapas en nuestro smartphone (con el soporte idóneo para el manillar) no vendrá mal, lo mismo que una mochila o unas alforjas específicas para bicicleta, que nos permitirán llevar con nosotros lo más elemental para disfrutar de la ruta. Eso y las ganas de pasarlo bien harán de la experiencia algo inolvidable en rutas como las que te hemos propuesto.