Localizado el móvil de Diana Quer, la Guardia Civil espera que el análisis del teléfono arroje más pistas de las que ya se obtuvieron con el duplicado de su tarjeta, que sólo mostraba lo que recibió el móvil una vez apagado.

Carlos Aldama, perito ingeniero informático, explica que hasta ahora, se cuenta con "las llamadas que se han recibido a posteriori y los whatsapps que ella no llegó a recibir". "Todo lo anterior, cuando ella estuvo escribiendo algo... eso no está en la tarjeta duplicada, sino en el terminal que ha aparecido", añade.

Los peritos informáticos coinciden en que los datos que se extraigan de él serán más determinantes. Francisco Canals, periodista experto en ciberinvestigación, explica que se pueden encontrar muchas cosas, como "la geolocalización de cada una de las fotos que ella fue realizando a lo largo de un recorrido determinado".

El móvil ha aparecido a unos 15 km de donde se le perdió la pista, por lo que se refuerza la hipótesis de que la joven se habría desplazado en coche. Una distancia que, encendido o apagado, dejó rastro en las antenas de telefonía.

Este sistema funciona, según indica Carlos Aldama, con una serie de "pequeñas llamadas al teléfono para saber dónde está", lo que "se ve en las rayas de cobertura". "Por una triangulación y, en un ratio de no más de 50 metros de error, van localizando en el punto exacto en el que está el teléfono", añade.

Es el caso de Sergio Morate, que apagó el teléfono en su huida a Rumanía, pero al encenderlo allí, la Policía dio con su ubicación. Lo mismo ocurrió con el pederasta de Ciudad Lineal, que apagaba su dispositivo cuando cometía los abusos sin saber que estaba igualmente localizado.

Esto se explica porque "el dispositivo apagado se localiza igual que si estuviera encendido", indica Aldama. "Es totalmente inútil tenerlo apagado", dice.

No obstante, la desaparición de Diana Quer es más compleja porque el teléfono móvil no está junto al sujeto al que se busca, lo que dificulta más la localización de la joven.