Que la revolución contra el mal uso del teléfono móvil triunfaría precisamente gracias al móvil no lo vimos venir. Sin embargo, así es como se está difundiendo la iniciativa para que cada vez más padres y madres se comprometan a no dar un teléfono a sus hijos antes de los 16 años.

Un movimiento surgido en Poblenou, Barcelona, en el móvil de Cristina y otros padres del barrio que no quieren normalizar el dar un móvil a un niño de 12 años porque empieza el instituto. Sin embargo, ante la dificultad de hacerlo si son los únicos de la clase que no lo tienen, formaron un pacto contra la presión social: "Tener como un argumentario incluso frente a los hijos, porque realmente hay mucha presión social", explica Cristina Antón, Fundadora de Adolescencia Libre de Móvil.

La propuesta empezó a extenderse y, a través de Telegram, llegó a una veintena de institutos y colegios del barrio. De ahí, pasó a otros barrios de Barcelona, a otras ciudades y a cada una de las cuatro provincias de Cataluña. De móvil en móvil, en apenas una semana, ya se han unido y organizado miles de padres de una decena de comunidades autónomas. "Estamos muy contentos e ilusionados por este impacto", afirma Antón.

El reciente grupo de Madrid ya bulle, con "alrededor de 800 personas de ayer a hoy", según explica Beatriz Garde, una de sus miembros. Su hija, explica, lleva ya tiempo aludiendo a esa presión social: "El año que viene, si yo no tengo móvil al empezar el curso de 1º de la ESO voy a ser la única de mi clase y voy a estar aislada", cuenta que argumentaba.

Por eso, Beatriz lo trabaja desde el colegio: necesitan sumar al sistema educativo al pacto porque, explica, "a veces el profesorado pide a los chicos y chicas de la clase que utilicen su teléfono móvil para un QR o para acceder a algún tipo de contenido educativo"

Javier Cantón, por su parte, lidera el grupo de Granada, "encauzando -indica- toda esa preocupación de muchos padres por el acceso a la tecnología de estos menores" y soñando con un pacto de Estado que regule el acceso de los preadolescentes a los móviles.